miércoles, 26 de diciembre de 2012

Ahorrar agua


El agua es uno de los recursos más importantes e imprescindibles para el desarrollo de cualquier tipo de vida, por tal motivo es fundamental proteger su utilización y, por ende, su correcto uso.

No en vano, mientras que en determinadas zonas de nuestro planeta hay sequía y millones de personas mueren por falta de agua, en el mundo occidental la disponibilidad de agua potable apenas se valora.

Por todo ello, nuestros hábitos de consumo tanto despreocupados como irresponsables, el aumento de la concentración de la población mundial, la contaminación de las fuentes básicas de obtención y otros factores han provocado que muchos expertos en la materia hayan puesto el grito en el cielo como uno de los principales focos de preocupación medioambiental.

Esto se une a la crisis financiera que en la actualidad vivimos y a la lucha contra el cambio climático, motivo por los cuales saber cómo ahorrar agua no sólo nos permitirá ahorrar unos pesos cada mes, sino a proteger el medio ambiente.

¿Cómo ahorrar agua en el hogar?

Ahorrar agua es muy fácil. Si nos lo proponemos, podemos reducir nuestro consumo de agua casi hasta en un 40%. Y estaremos contribuyendo con nuestro planeta, con una fuente de vida que no sólo nos beneficia a nosotros sino también a todo el globo terráqueo.

  • El baño gasta hasta cuatro veces más agua (y energía para calentarla). Por este motivo, los expertos recomiendan la ducha antes que el baño.
  • Mientras te enjabonas, te lavas los dientes o te afeitas, o incluso mientras lavas los platos, cierra el grifo, y mientras te lavas no lo tengas tan abierto, trata de cerrar un poco las llaves de paso.
  • Instalar grifos monomando, cisternas de doble descarga o reductores de caudal en los grifos permiten ahorrar mucha agua, ya que si utilizamos cisternas de doble descarga no utilizamos todo el agua de la cisterna, y usar reductores de caudal nos permite ahorrar hasta un 20% de agua.
  • Evita los goteos, que pueden llegar a consumir entre 50 y 100 litros al mes.
  • No laves el coche a mano. Trata siempre de utilizar las estaciones de lavado del coche, que aunque puedan costar algo de dinero, son mucho más eficientes al consumir 40 litros de agua, frente a los aproximadamente 500 litros del lavado manual.
Es todo tan simple. Pensemos que con un baño estamos gastando de 120 a 200 litros de agua, con una ducha gastamos de 20 a 60 litros, un lavavajillas gasta entre 20 y 40 litros, una lavadora gasta de 60 a 80 litros y sólo al lavarnos las manos con agua corriente gastamos entre 10 y 15 litros de agua.

El agua es un recurso que la naturaleza nos ha regalado. Un don, casi un milagro que nos permite seguir vivos. Ya sabemos que podemos resistir sin comer pero jamás podríamos resistir sin beber agua. ¿Cómo no preservar algo que la naturaleza nos brinda sin pedirnos nada a cambio? Lo mínimo que podemos hacer es cuidarla, preservarla, no contaminarla, no derrocharla y cooperar con la naturaleza.

Recordemos que cuidar el agua está en nuestras manos y que podemos hacer mucho.

Fuente: greenmob.com.mx

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Alumbrado navideño de Medellín, proyecto carbono cero

Con la contribución de egresados de la UN, el alumbrado decembrino de Medellín es uno de los más llamativos del mundo y, además, tecnológicamente adaptado para un buen manejo ambiental.

Uno de los íconos turísticos y del espíritu navideño del país, expresado en los arreglos de iluminación navideña de la capital antioqueña es, además, una apuesta estética que lleva consigo la responsabilidad social y ambiental con la implementación de tecnologías limpias, estrategias para el manejo de residuos sólidos y cuidado de la vegetación.

“Le estamos apuntando al uso de energías más limpias y el alumbrado navideño está certificado como proyecto carbono cero, es decir, estamos monitoreando emisiones de carbono por tránsito vehicular, casetas de venteros en zonas aledañas, entre otros aspectos que se compensan con plantaciones de pino pátula en Río Grande (Antioquia)”, explica Diana Victoria Ramírez, ingeniera forestal de la Universidad Nacional de Colombia y encargada del componente ambiental del alumbrado navideño de Medellín desde Empresas Públicas de Medellín (EPM).

Así mismo, manifiesta que desde el Área de Alumbrado de EPM se efectúa el Plan Maestro de Iluminación, que contempla unas políticas sobre protección del agua, el aire, el componente arbóreo y de áreas de interés medioambiental como el Cerro Nutibara, en el cual no se hicieron instalaciones navideñas para este año.

Por su parte, el ingeniero electricista egresado de la UN, Jorge Iván Jaramillo, destaca que como parte de las estrategias para que haya ahorro de energía eléctrica (además de alumbrados llamativos) se está utilizando una tecnología tipo LED con la cual el gasto es de solo 2,4 vatios (W), a diferencia de las que se instalaban anteriormente, como las de manguera incandescente que consumían 16 W, lo cual representa una disminución sustancial.

Los expertos comentan que la implementación de los diferentes programas que se adelantan con el alumbrado público navideño tienen en cuenta la responsabilidad social, ambiental y empresarial. Se piensa en alternativas amigables con el ambiente y con la sociedad, dado que también se generan empleos para madres cabeza de familia, entre otras personas, a través del montaje de alumbrado, la fabricación y el diseño, entre otras actividades que comprende el proyecto de ciudad

El sistema de iluminación de fin de año en Medellín se adscribió a la Asamblea General LUCI (Lighting Urban Community International) como perteneciente a la Comunidad Internacional de Ciudades Iluminadas. Además, la National Geographic catalogó a la capital antioqueña como una de las diez mejores ciudades del mundo para ver luces de navidad.

Fuente: www.agenciadenoticias.unal.edu.co

lunes, 17 de diciembre de 2012

Evidencias del Cambio Climático

Ya con el paso de los años y el aumento del interés científico y político ante el cambio climático, los datos, el sustento y la evidencia del cambio climático (calentamiento global) es cada vez más claro.

Obviamente existen poderes interesados en mantener el status quo, en tratar de esconder la realidad, en menospreciar, hasta ridiculizar, el peligro y el problema al que nos enfrentamos.

A continuación un gráfico que compara muestras atmosféricas extraídas de núcleos de hielo y las mediciones directas más recientes, que entregan datos concisos de que el CO2 ha aumentado desde la revolución industrial (Fuente NOAA, gráfico original de www.nasa.gov):

Ahora, el clima de la tierra ha cambiado a través de toda la historia del mundo. Sólo en los últimos 650,000 años han habido 7 ciclos de avance y retroceso glacial que terminó con el abrupto final de la última glaciación hace 7,000 años, que marcó también el inicio de la era climática moderna y de la civilización humana. La mayor parte de estos cambios climáticos se le atribuyen a variaciones muy pequeñas de la órbita terrestre y que a su vez cambiaron la cantidad de energía solar que recibía la Tierra.
Las tendencias actuales de calentamiento son bastante significativas porque, lo más seguro, es que son inducidos por el ser humano y sus actividades y, más preocupante, está sucediendo a un ritmo que no tiene precedentes en los últimos 1,300 años.

Fuente: cambioclimaticoglobal.com

viernes, 14 de diciembre de 2012

La cumbre climática de Doha: pírricos resultados

Al mirar con detenimiento los acuerdos logrados en la cumbre de Doha se confirma que no muestran ni la urgencia de disminuir las emisiones de gases efecto invernadero que causan el calentamiento global, ni las necesidades de financiación que conlleva el cambio climático. La cumbre no arrojó compromisos vinculantes para la mitigación del carbono, y no proporcionó ningún plan creíble para la apropiación de los 100 mil millones (Fondo verde para el clima), al año 2020, para ayudar a los países más pobres en la adaptación al cambio climático y al desarrollo bajo en carbono. Los únicos ganadores, una vez más, son los países desarrollados y sus industrias de combustibles fósiles.



El acuerdo de Doha se resume en los siguientes aspectos principales:

Prorroga del Protocolo de Kyoto. El Protocolo, cuyo primer periodo de cumplimiento expira el 31 de diciembre de 2012, se modificó de manera que continuará a partir del 1 enero de 2013. En este segundo periodo (recordemos que EE.UU. está por fuera ya que nunca lo ratificó) se retiran Japón, Canadá y Nueva Zelanda. Solo quedan con obligaciones la Unión Europea (UE), Australia, Noruega, Islandia, Croacia, Kazajistán, Noruega, Liechtenstein y Mónaco, países que apenas suman el 15% de las emisiones mundiales. La prórroga permite mantener los mercados de carbono, como el mecanismo de desarrollo limpio MDL, pero no queda claro si se podrán registrar nuevos proyectos MDL ante Naciones Unidas. Los países que están asumiendo nuevos compromisos en el marco del Protocolo han acordado revisar sus compromisos de reducción en el rango de 25-40% para el año 2014 a más tardar. La UE desde la cumbre en Copenhague asumió el compromiso de reducir un 20% sus emisiones respecto a 1990 para 2020.

Acuerdo global sobre cambio climático de 2015. Los países buscarán tener en mayo de 2015 un borrador de un nuevo acuerdo climático que en 2020 sustituya a Kyoto. El texto del Acuerdo no incluye ni un objetivo global de reducción de emisiones en 2050 ni el año en el que las emisiones globales deben tocar techo, aunque sí manifiesta que es importante encontrar maneras para reducir emisiones con el fin de que el aumento de temperatura del planeta no supere los 2 ºC.

Financiación de largo plazo. Aunque los países desarrollados han reiterado su compromiso de cumplir con las promesas de continuar el apoyo a largo plazo para la financiación climática a los países en desarrollo, con miras a movilizar 100 mil millones de dólares para la adaptación y la mitigación en el 2020, la difícil situación económica de Europa y EE.UU. se utilizó para hacerle el quite a este deber entre los años 2013 y 2015, periodo para el que los países en desarrollo solicitaban alrededor de 70 mil millones de dólares.

Pasa otra cumbre climática y no hay acuerdos vinculantes para reducir las emisiones de gases efecto invernadero, mientras el planeta se sigue calentando, tanto que los científicos ya ven poco probable la meta de los 2 ºC, y los desastres se siguen multiplicando. Y tal vez el temido punto de no retorno ya lo hemos cruzado, como lo manifiestan algunos expertos del clima.

Fuente: Oscar Alonso Fernandez. EPM

lunes, 3 de diciembre de 2012

Muy pocas expectativas en la cumbre climática de Doha

Luego de la cumbre sobre el cambio climático en Copenhague, de la que se partía con un alto posicionamiento político y mediático porque reunió a 193 jefes de estado y recibió con grandes esperanzas al recién electo Barack Obama para su primer periodo como presidente de los EEUU, se esperaba que en esta cumbre se decidiera la continuidad del protocolo de Kyoto, único tratado climático jurídicamente vinculante hoy en el mundo para la reducción de los Gases Efecto Invernadero (GEI) causantes del calentamiento global.

Los resultados no pudieron ser más desalentadores: ningún compromiso político, no se acordó un segundo periodo de compromiso del protocolo de Kyoto sino solo una tímida declaración con una meta simbólica, ya que no vino acompañada de acciones vinculantes: "Para evitar un aumento peligroso de la temperatura del planeta, que los científicos han cifrado en no más de 2º C al año 2050, se hace imperativo que la concentración de GEI tendrá que diminuir en un 80% para el 2050".

Hoy, después de las cumbres Cancún y Durban, el mundo llega a la cumbre de cambio climático en la ciudad de Doha, capital de Qatar uno de los emiratos árabes, con muy pocas expectativas de lograr algún tipo de acuerdo efectivo: la crisis política y financiera en Europa, la renuencia de China y EEUU a formar parte del protocolo de Kyoto, y un congreso estadounidense abiertamente escéptico al cambio climático; estas crisis y posiciones ideológicas dejan aparcadas las preocupaciones climáticas y medioambientales para después, mientras la temperatura del planeta sigue aumentando y las posibilidades de cumplir la meta de Copenhague se vuelven una utopía. El Banco Mundial advirtió recientemente sobre un posible aumento de 4°C en la temperatura global para 2060, hace unos meses. Todd Stern, el principal negociador de EE.UU., dijo a una audiencia de EE.UU. que limitar el calentamiento a 2°C ya no era posible.

Colombia no es ajena a los efectos de esta realidad. En declaraciones publicadas en el periódico El Espectador Germán Poveda, uno de los científicos colombianos que forma parte del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), dice que "las temperaturas mínimas y medias están aumentando en casi todo el país, que ha habido una disminución o aumento drástico de las lluvias y que solo quedan seis glaciares, que se están derritiendo desde hace años".

Sin embargo el huracán Sandy, la segunda tormenta que ha azotado la región de Nueva York en los últimos 14 meses, dejó en claro los riesgos asociados con el calentamiento del planeta y sensibilizó a la opinión publica estadounidense; sumado al discurso de la noche electoral, después del triunfo del presidente Obama para un segundo mandato, deja expectativas optimistas de volver a comprometerse a nivel internacional en materia de cambio climático. Doha es la primera oportunidad. El mundo estará observando cuidadosamente para ver si Estados Unidos va a dar muestras de una nueva apertura.

Muchos cuestionan la efectividad de esta Cumbre, teniendo en cuenta los pobres antecedentes en Durban. Un nuevo acuerdo climático no se negociará hasta el año 2015, pero hay momentos clave que Doha debe cumplir para asegurar un acuerdo justo, ambicioso y vinculante. Los ejes sobre los cuales gira el encuentro son la creación de un acuerdo global para el clima y la definición del nuevo período de vigencia del Protocolo de Kyoto (el único que obliga a los países industrializados a reducir sus emisiones de CO
2 y del que EE.UU. y China no forman parte), que en la cumbre del año pasado, en Durban, Sudáfrica, se acordó ampliar y que se espera que se extienda hasta 2020.

Ojalá nos equivoquemos y Doha nos sorprenda: que la imaginación y la creatividad vuelen y nos lleven a lograr acuerdos ambiciosos, justos, vinculantes.

Fuente: Oscar Alonso Fernández. EPM